Cómo optimizar el rendimiento de tu Xbox One y Xbox Series al limpiar el caché
Eliminar el caché en tu Xbox One o Xbox Series es un proceso rápido y sencillo. Afortunadamente, este procedimiento es igual para ambas consolas, ya que comparten servicios e interfaces. A continuación, compartiremos tres métodos para limpiar el caché de tu Xbox y mejorar su rendimiento. Estos pasos son aplicables a Xbox One, Xbox One X, Xbox One Slim, Xbox Series X y Xbox Series S.
Método 1: Realiza un Ciclo de Encendido
El ciclo de encendido es una forma de reiniciar tu Xbox y limpiar su caché. Además de eliminar el caché, también solucionará errores aleatorios, especialmente aquellos relacionados con la energía, y ayudará a corregir muchos problemas de rendimiento en tu consola. Sigue estos pasos:
- Mantén presionado el botón de encendido de la consola hasta que se apague por completo.
- Desenchufa todos los cables, incluyendo el cable de alimentación, HDMI, controladores, dispositivos USB y Ethernet.
- Mantén presionado el botón de encendido en la parte frontal de la consola durante unos 10 segundos mientras los cables están desconectados, lo que agotará la energía restante.
- Repite el tercer paso varias veces en un período de uno a cinco minutos.
- Vuelve a enchufar todos los cables de la consola.
- Enciende la consola nuevamente.
En este punto, el caché de tu Xbox debería estar completamente vacío, y tu consola debería funcionar con un mejor rendimiento.
Método 2: Elimina el Almacenamiento Persistente
El ciclo de encendido suele ser suficiente para limpiar el caché de la consola en la mayoría de los casos. Sin embargo, si juegas frecuentemente con discos físicos, es posible que algunos datos temporales se queden en un caché secundario llamado «almacenamiento persistente». Para eliminarlos, sigue estos pasos:
- Presiona el botón Xbox en tu controlador.
- Ve a Perfil y sistema.
- Selecciona Configuración.
- Elige Dispositivos y conexiones.
- Selecciona Blu-ray.
- Dirígete a Almacenamiento persistente.
- Selecciona Borrar almacenamiento persistente.
Con estos pasos, eliminarás cualquier dato temporal almacenado en el caché secundario de tu Xbox, resolviendo problemas como la falta de sincronización de controladores, problemas de Internet y otros errores aleatorios.
Método 3: Reinicia la Consola
Si a pesar de los dos métodos anteriores sigues experimentando problemas de rendimiento en tu Xbox, es posible que necesites una solución más completa. Reiniciar la consola también borra la carpeta temporal, aunque no es tan conveniente como los métodos anteriores. Úsalo si los problemas son más graves. Afortunadamente, puedes hacerlo sin perder tus datos. Sigue estos pasos:
- Presiona el botón Xbox en tu controlador.
- Ve a Perfil y sistema.
- Selecciona Configuración.
- Elige Sistema.
- Selecciona Información de la consola.
- Luego, selecciona Restablecer consola.
Aquí encontrarás tres opciones:
- Restablecer y eliminar todo: Esta opción llevará tu consola a la configuración de fábrica. Se eliminarán cuentas, juegos guardados, configuraciones, juegos y aplicaciones. Úsala solo cuando estés listo para regalar o vender la consola o como último recurso para solucionar problemas graves.
- Restablecer y conservar mis juegos y aplicaciones: Esta es la opción recomendada en la mayoría de los casos. Restablecerá el sistema operativo y eliminará los datos corruptos, pero tus juegos, aplicaciones y datos guardados permanecerán intactos.
- Cancelar: Esta opción te permite salir de la pantalla sin realizar ninguna acción.
El reinicio de la Xbox te ayudará a resolver problemas de rendimiento más profundos, pero ten en cuenta que lleva más tiempo. Generalmente, es recomendable utilizar este método solo cuando los problemas son realmente graves, ya que el ciclo de encendido y la eliminación del almacenamiento persistente suelen ser suficientes.
Método 4: Restaura la Xbox a los Valores de Fábrica
Si después de reiniciar la consola aún experimentas problemas de rendimiento persistentes y errores, es posible que los archivos guardados, los datos del juego o las aplicaciones estén dañados. En este caso, puedes realizar una restauración de fábrica. Asegúrate de respaldar tus datos importantes antes de realizar esta acción.
¿Cuándo Debes Limpiar el Caché en tus Consolas Xbox?
Generalmente, es recomendable limpiar el caché de tu Xbox cuando comienzas a notar problemas de rendimiento. La consola tiende a volverse más lenta cuando ha pasado mucho tiempo sin realizar esta acción. Algunos de los problemas de rendimiento que podrías experimentar incluyen:
- Tiempos de carga más lentos.
- Arranque más lento.
- Retrasos en el tablero.
- Rendimiento lento mientras juegas.
- Retraso en la respuesta del control.
- Incapacidad para obtener logros en los juegos.
Como regla general, se recomienda limpiar el caché de Xbox cada seis meses. Si tu consola es el centro principal de entretenimiento en tu hogar o si varios jugadores comparten la misma consola, es conveniente hacerlo aproximadamente cada tres meses.
También ten en cuenta que a veces recibirás una alerta de que la base de datos de caché está llena, lo que indica que tu Xbox está utilizando su capacidad máxima y que es necesario limpiar la carpeta. Sin embargo, ten en cuenta que al limpiar el caché, no perderás tus datos, ya que tus juegos, películas, aplicaciones, configuraciones, capturas de pantalla, videos y datos guardados se conservarán.
Siguiendo estos métodos, tu Xbox One o Xbox Series debería mantener un rendimiento óptimo y proporcionarte una experiencia de juego sin interrupciones. ¡Disfruta de tu consola al máximo!